Reflexiones basadas en el pensamiento de Erick S. Fromm. El carácter inevitable del ser humano de ser sociable, lo condiciona por naturaleza a responder dinámicamente ante el medio humano que le rodea.
Sabemos que todo individuo si quiere seguir siendo el mismo tiene que dejar lo mismo para mantener su estructura de individualidad humana. Por lo cual tiene que responder cuando se encuentra situado en un medio de seres semejantes frente a los cuales puede responder pasivamente o dinámicamente. La respuesta pasiva es simplemente un adaptarse a algunas costumbres que no deja más marca que la aplicación según las costumbres.
El problema es mas serio cuando la respuesta conlleva el estructurar un dinamismo que no pertenece a la mismidad de la individualidad, frente a la cual se establecerá otro dinamismo de reacción que se estructura en el comportamiento de los individuos y que modifican la actitud de las personas como si mismas.
Asà tenemos que en el transcurso de la historia humana han existido dinamismos sociales preestablecidos que han moldeado el comportamiento de los individuos adaptando las actitudes a cierto tipo de dinamismos sociales, que al adaptarse el individuo al dinamismo en que se encuentra situado entra en conformidad adquiriendo su individualidad toda la serie de costumbres creencias etc. que cada dinamismo social establece.
AsÃ, tenemos, que mientras para unos el dinamismo social de la edad media permitÃa: sentido de solidaridad humana, subordinación de la economÃa al ser humano, relaciones directas entre los individuos humanos, un sentido supranacional de la Iglesia católica y un profundo sentido de seguridad. Para otros el dinamismo de la edad media fue una etapa donde se perdió la libertad personal, fue un despojo económico, por una minorÃa, de la gran mayorÃa, se considero una etapa de superstición y de ignorancia. Consideran que la vida personal, económica y social estaba dominada por reglas y obligaciones sobre cualquier actividad. La estructura dinámica de la edad media tenia todo en un contexto tal que no permitÃa la duda. Aun cuando el pecador era un concepto universal también habÃa un amor incondicional de Dios. Todo era una unidad de tal manera que el individuo pertenecÃa a un todo universal y carecÃa de libertad individual. Solo triunfaba quien se ordenaba al dinamismo social, se adaptaba, obedecÃa y en la obediencia estaba el triunfo como humano.
Es curioso ver que las principales enfermedades de esta época son: Peste negra, Sudor del Ingles, Carbunco, Escorbuto, Gota, Hernias, HidropesÃa, Lepra, Fuego de san AgustÃn, Baile de San Vito, Difteria, Peste blanca, Piojo guerrero, Malaria, viruela. Enfermedades que dinámicamente, parecen reclaman un dinamismo vital más individualizado.
Con el Renacimiento y la Reforma por los siglos XV y XVI, se iniciaron cambios importantes en el carácter dinámico sociales que repercutieron en las distintas clases sociales que se formaron en ese tiempo. Asà tenemos que en general el individuo encuentra una mayor libertad en su pensamiento y forma de expresión, pero esa libertad los lleva a otro tipo de ataduras cómo es fundamentalmente la angustia y el aislamiento. En este tiempo el ser humano se libera y se reconoce como individuo en contraste con la posición medieval donde era parte de un todo universal, pero por el otro lado las dudas y las inseguridades se despiertan y se convierte en un proceso doloroso de readaptación social. Surge el Capitalismo despiadado del pobre, al que busca explotar por el deseo de poder y de ambición. Esta clase reconoce en el capital la verdadera libertad humana, pues el hombre libre no tiene que trabajar. El campesino se ve obligado a ser explotado por carecer de recursos económicos, pero dentro de un carácter dinámico de clase social, se unieron en la fraternidad y justicia, introducidos en rebeliones constantes con la esperanza de alcanzar el fin de su opresión económica y personal. Por otro lado, la clase media comenzó a sentir al capitalismo como una amenaza pues no tenÃan ni el poder ni la economÃa para alcanzar esa libertad capitalista sintiéndose aislados e insignificantes ante la nueva concepción de libertad. Se incremento el resentimiento y la envidia contra la clase poderosa. Este sentimiento de insignificancia de la clase media, el cristianismo Luterano y Calvinista lo orientan como una manera de expiación de sus pecados y por la auto humillación, con el fin de acallar la angustia de la inseguridad que surge al caer el sistema medieval de protección de Dios. AsÃ, por el auto reconocimiento de la humildad se mitiga la angustia, pues Dios ama a los que se someten.
Ante estas circunstancias el carácter dinámico social se estructuro bajo una tendencia compulsiva hacia el trabajo, pasión por el ahorro, disponen la propia vida al servicio de poderes extra personales y acético, y un sentido compulsivo al deber. Todo esto hace los rasgos caracterÃsticos de un dinamismo social que dan fuerza a la sociedad capitalista.
En estos siglos el individuo se siente más independiente, aun cuando se sentÃa más aislado y solo, lleno de angustia y de dudas que lo empujaban a nuevos tipos de sumisión, y a actividades irracionales, como trabajar de forma compulsiva.
En cuanto a las enfermedades en esa época no son muy diferente y aparecen más nombres como es Fiebres de todos tipos, disenterÃas epidémicas, sarna, tiña, llagas, pestes neumónicas, sarampión, frenesà y melancolÃa, sÃfilis esta última enfermedad refleja un problema relacionado con amor y desamor.
En los tiempos modernos las circunstancias de la búsqueda de la libertad del individuo aparentemente se amplÃan, pero en su totalidad el humano sigue estado limitado y dominado por una estructura dinámica social establecida por poderosos , y ambiciosos, promoviendo el capitalismo como una libertad realizable por cualquier individuo, pues se establece la democracia y la igualdad de posibilidades en las diferentes clases sociales, promoviendo el trabajo compulsivo, el ahorro y la re inversión. Dejando que cada individuo corra con sus propios riesgos de éxitos o fracasos. De esta manera el individuo se siente más independiente, se siente con mayo libertad de expresión verbal, se siente más critico, con mayor confianza en si mismo, pero su soledad, aislamiento y temores se han intensificado junto con la angustia existencial y las dudas perturban la actuación del hombre aparente mente libre.
La iglesia a perdido su poder con lo que se ha incrementado el espÃritu de libertad en cuanto que se hace más actualizada la conciencia individual, pero sin embargo se encuentra actualmente atado a la necesidad de la comprobación según el método cientÃfico impuesto por la cultura de los siglos XIX y XX, en donde la experiencia individual pierde toda valides de realidad si no es filtrado con la aprobación de dichos métodos. Con esto ultimo se pierde la originalidad del pensamiento individual, y los sentimientos de insignificancia y de impotencia se incrementaron sobre todo al crecimiento de las industrias y de los comercios en donde los dueños dejaron de tener contacto con los empleados, los clientes. Anteriormente en la edad media los individuos se sometÃan al poder de Dios, en los tiempos modernos se someten al poder de las maquinas.
La vida social esta determinada por grupos poderosos que tienen las condiciones suficientes para ejercer un poder sobre los sistemas: Educacionales, escolares, Iglesias, prensa, teatro, medios de comunicación, de los que se valen para penetrar con sus ideas en la mentalidad de la población.
De esta manera los grupos de poder han motivado a la población para incrementar su interés como persona, cuando en realidad su vida se dedica a fines que no son suyos. AsÃ, el Yo sobre el que actúa el hombre moderno es el yo social, en el que se disfraza la función dinámica de la estructura social que le imponen, al individuo, dentro la sociedad. La afirmación del yo en el hombre moderno se ha debilitado en la realidad y reducido a un yo social.
Actualmente, los seres humanos no solo venden mercancÃas, sino que se venden a sà mismos: El obrero la energÃa fÃsica, el comerciante, el medico, el empleado el profesionista, venden su personalidad. El que tiene fama se le reconoce como valioso, además del sentimiento de auto valor personal. El éxito y las propiedades dará autoconfianza y seguridad, bajo un derecho natural de pertenencia. La Individualidad, la independencia, y la racionalidad fortifican al individuo compensando su inseguridad y angustia. Y en esto radica el dinamismo estructural social de los hombres modernos quienes en su insignificancia cumplen con su función como hombres de: negocios, empleados, trabajadores manuales, clientes y consumidores.
Mientras el hombre actual no modifique sus expectativas desde el exterior al interior, seguirá siendo explotado por el sistema empresarial social.
En estos últimos años la enfermedad se ha profundizado: Fiebre amarilla, Escarlatina, Bronquitis, asma, enfisemas, Infartos cerebrales y cardiacos, embolias cerebrales, trombosis cerebrales, coronarias, cáncer, tifoideas, Poliomielitis, amibiasis, Pelagras, desnutrición, úlceras gastro-duodenales, diabetes, reumatismos articulares, infecciones venéreas, hepatitis, Sida.
En el siglo XXI las Principales enfermedades son: Diabetes , Asma, NeumonÃa, Sida , Estrés, Fatiga, Cáncer, Obesidad, Infartos cerebrales y cardiacos. Depresión, bipolaridad.
Si vemos algunas enfermedades desde lo dinámico, nos encontramos que la diabetes, es miedo y angustia a cuestiones de amor, fracasos en el amor. En cuanto al cáncer: Heridas no curadas, rencor. El sida se le considera dinámicamente amor reprimido, culpabilidad sexual, incapacidad de defensas.
Con lo anterior podemos darnos cuenta de la importancia del medio social en el que vivimos, que estorba en forma intencionada el desarrollo de la persona humana. Llevando a los individuos a la adaptación en las condiciones que los grupos de poder imponen.