La filosofía de la Medicina Homeopática no es Vitalista

La Filosofía de la Medicina Homeopatía no es Vitalista Bajo una visión aristotélico-tomista y cartesiana, es muy difícil compren-der la esencia en movimiento que cada ser humano es; pues no hay manera de separarse de los conceptos (puras abstracciones) de ser, existencia, sustancia, esencia; ésta como una abstracción de género, más diferencia especifica. Siendo que para el Doctor Hahnemann los individuos, las enfermedades, los medicamentos están en movimiento, ¿cómo entender un dinamismo en la realidad, si todo lo entendemos como una abstracción separada de la naturaleza que nos da la información por los sentidos?; ¿cómo saber que un síntoma es real si la naturaleza está muy lejos de nuestras ideas de verdad?
 
Esto implica abrir un espacio coyuntural, una puerta de comprensión de una realidad dinámica que es la nutriente de todos nuestros sentidos, para comprender la realidad tal como es y no como nuestras ideas o abstracciones nos muestran las verdades.
 
Ninguna idea subsiste por sí misma si no tiene un contacto con la realidad u otras ideas que se sustentan en la realidad. Por esta razón trato de plantear a través de Zubiri, una visión muy general y sintética de su amplio pensamiento filosófico, donde las sustancias se convierten en sustantes y la esencia en constructos de unidad donde la esencia individual no puede subsistir por sí misma, sino solamente en un conjunto de realidades que "dan de sí". Solamente cuando los individuos dan de sí sostienen sus esencias dinámicamente y construyen sus vidas y sus seres en un estar siendo.
 
Es necesario comprender que la medicina homeopática no es una ciencia de puro razonamiento, sino una medicina de realidades y de observación; puesto que todo ser humano no es un animal racional, sino volitivo y amoroso, que diariamente se está creando en un movimiento de dar de sí, y que su enfermedad empieza cuando se pierde la unidad consigo mismo y con todo lo que le rodea. La enfermedad no es una abstracción, sino un desequilibrio dinámico real de una totalidad a la que hay que corregir, con otro dinamismo real que le sea lo más semejante.